jueves, 5 de septiembre de 2013

ESCALONILLA: Banda de música y procesión S. Antón


                ESCALONILLA: Banda de música y procesión San Antón. Inicios 1980
 

Como propina, por dedicar vuestro tiempo a leer estas cositas que escribo de nuestro pueblo, quiero compartir con todos vosotros esta imagen de la banda de música de Escalonilla. La fotografía me la ha proporcionado nuestro paisano y buen amigo, Antonio Gallardo Aguado, en una de sus actuaciones en la procesión de San Antón, allá por los inicios del año 1980 aproximadamente, cuando todos éramos bastante más jóvenes. Seguro que os gusta.
            
Se aprecia perfectamente la imagen y el estandarte del Santo, la tradicional bajada de San Antón a su ubicación habitual en la Ermita de la Soledad,  la situación de los asistentes al acto, hacia el final de la calle Soledad, y algunos de los componentes de la banda de música: En la cabecera, como corresponde, el maestro, Eulogio Fuentes; en la primera fila, la percusión: Gaspar Calvo, con los platillos; Landelino González, con el bombo; Luis Pinel (mi padre), con la caja y Pablo Pinel, con la caja. En la segunda fila, Antonio Gallardo (propietario de esta foto), con el bombardino y Francisco Gallardo, con el bajo. No he podido identificar a ningún músico más, pero espero que funcione bien vuestra vista e imaginación y pongáis nombre a cuantos otros paisanos reconozcáis en la foto. 
 
Os saludo amigablemente a todos los escalonilleros y escalonilleras y os deseo mucha fortaleza para superar estos momentos de tan tremenda crisis que nos ha tocado vivir.
 
                                                        Alejandro Pinel / Septiembre de 2013.

LOS ALCALDES DE ESCALONILLA: Desde 1514 hasta la actualidad (2ª parte)


              LOS  ALCALDES DE ESCALONILLA: Desde 1514 hasta la actualidad (2ª parte) 

              - Alejandro Pinel Alonso – (Es continuación de lo publicado el año pasado)

          El alcalde (del árabe قاضي, qāḍī, significa "juez") es un cargo público que se encuentra al frente de la administración local básica de un país o parte de ella. En el mundo existe una amplia variedad de regulaciones legales o consuetudinarias, tanto en lo relativo a las competencias y responsabilidades del alcalde como en la forma en que es elegido y en la duración de su mandato.
El alcalde es el presidente de la corporación, dirige la administración municipal y representa al ayuntamiento. En la actualidad es elegido entre los concejales por mayoría absoluta, que su vez han sido elegidos por los vecinos del pueblo cuando se celebran elecciones municipales, cada cuatro años.

Existen tres fórmulas de elecciones, dependiendo del número de habitantes del municipio. Si existe un régimen de concejo abierto (menos de 100 habitantes), los vecinos eligen al alcalde directamente por mayoría. En este supuesto se le conoce por el nombre de postor o alcalde pedáneo.

Si el municipio tiene una población entre 100 y 250 habitantes, se elige por el método de listas abiertas. En una misma papeleta figuran los candidatos de todos los partidos, y los electores deberán seleccionar un determinado número de ellos. Los más votados serán nombrados concejales, los cuales, posteriormente, elegirán al alcalde.

En el resto de los casos, los partidos concurren en listas cerradas. La asignación de concejales se realizará en función de la “Ley d´Hont”; concejales que serán los que posteriormente elijan al alcalde, generalmente, de entre los cabezas de lista de cada partido. Sólo podrá ser alcalde uno de los concejales electos. Si el partido ganador ha obtenido la mayoría absoluta de los concejales, en la posterior votación entre ellos, para elegir alcalde, no habrá problema en que éste pertenezca a la formación política ganadora; si por el contrario, nadie ha obtenido la mayoría absoluta de los concejales, se buscará el establecimiento de pactos entre los partidos para conformar mayorías de gobierno estables, y como resultado de éstos, no necesariamente el alcalde ha de pertenecer al partido con mayor número de concejales. En aplicación de esta ley, en Escalonilla cada formación política obtiene un concejal aproximadamente por cada 100 votos conseguidos.

El alcalde tiene toda una serie de facultades, algunas de ellas delegables. Está asistido por un órgano colegiado que recibe en la actualidad el nombre de Junta de Gobierno Local y está formado por un número no superior a un tercio del número legal de miembros del Pleno. 

Las normas básicas del gobierno local (organización, competencias, recursos, etc.) se contienen en la Constitución de 1978 (arts. 137 y 140) y en la Ley 7/1985 de Bases del Régimen Local y en sus modificaciones posteriores. Igualmente, se contienen importantes disposiciones sobre gobierno local en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) de 1985, en lo que se refiere a las elecciones de las instituciones locales. Por su parte, algunas Comunidades Autónomas, en cuyos estatutos se recogen competencias en materia de gobierno local, han legislado también sobre dicha materia. Con todo, la legislación básica estatal no deja mucho margen de maniobra para esta legislación autonómica. Por otra parte, la capacidad autoorganizativa de los municipios se expresa, según la ya citada Ley de Bases, en el Reglamento de Organización que cada Ayuntamiento debe darse y en el que se fijan las normas de su funcionamiento interno, especialmente por lo que hace referencia al alcalde, pleno y comisión de gobierno. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el Gobierno del Estado estableció por Decreto un Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales (RD 28/11/1986): su contenido condiciona los correspondientes reglamentos de organización municipal y reduce más todavía la efectiva capacidad de autoorganización de dichas corporaciones. La declaración constitucional sobre la autonomía municipal queda, por tanto, muy circunscrita por la legislación básica del Estado, por la legislación autonómica y por el RD estatal 28/11/1986 ya citado. Los posibles conflictos entre tales normas han sido objeto de controversia ante el Tribunal Constitucional. Estas restricciones a la autonomía del gobierno local se corresponden con una tradición jurídica española que prefiere utilizar el término “régimen local”, cercano a una visión administrativa de la realidad municipal. La ciencia política, en cambio, opta generalmente por el concepto de «gobierno local» que contiene una mayor carga política.

Sigue el listado de alcaldes de Escalonilla, continuación del publicado el año pasado:

1876: Crisanto Alonso
Escasa actividad recogida. Nuevo período político y nueva constitución: Constitución de 1876.
La potestad de hacer las leyes residía en el rey con las Cortes (Congreso y Senado). La obra constitucional  fue completada con la Ley Electoral de 1878, de tipo censitario, que se mantuvo hasta que el partido liberal hizo votar en 1890 el sufragio universal.
1877: Crisanto Alonso
Desde mayo, León de Salamanca
1878: León de Salamanca Salamanca
Se acuerda reformar el viejo y ruinoso edificio del Ayuntamiento y adquirir un reloj para sustituir al existente instalado en la fachada de la Iglesia que no funcionaba, tras muchas reparaciones
1879: León Salamanca
Poca actividad municipal recogida
1880: Agustín González
Tras un tercer remate se adjudica la obra de remodelación del Ayuntamiento
1881: Agustín González
Benito Gómez Alía, alcalde desde noviembre de1981.
Se produce la  recepción de la obra del  nuevo Ayuntamiento. Los gastos ascendieron 19.219,14 pesetas, más otros pequeños gastos menores.
1882: Benito Gómez Alía
Se realiza la remodelación de la plaza Mayor con las glorietas de piedra: “La plaza de la Constitución”. Se completaba así el conjunto urbano Plaza Mayor – Ayuntamiento, magnífico desde el punto de vista arquitectónico.
1883:Hilario Salamanca
Obras para construcción de cárcel local.
Desde 1883 hasta su muerte en 1926, Gaudí dedicó una gran parte de su tiempo a la realización de su mayor obra: el templo de la Sagrada Familia.

                 

                                            “La cuestión del encasillado”
El título de esta historieta publicada por la revista madrileña “Blanco y Negro”, en 1893, se refiere a las ya consagradas prácticas de manejo electoral de los dos grandes partidos de la Restauración, intensificadas desde la promulgación en 1890 sobre el sufragio universal. Tanto conservadores como liberales situaban a sus candidatos donde querían cuando se hallaban en el poder, haciendo uso ilegítimo de la influencia de gobernadores y caciques; en este caso se satiriza el poder particular, a escala local, de estos últimos.

1884: Hilario Salamanca López
 
1885: Hilario Salamanca López
Permanecerá hasta agosto de 1885, que es sustituido por Fausto Nombela Alía. Ratificación popular al voto al Sto. Cristo, de 1834
Regencia de Mª Cristina: 1885 -1902
1886: Fausto Nombela Alía
 
1887: Fausto Nombela Alía
Hasta Agosto de 1887, que será sustituido por León Salamanca Salamanca
1888:León Salamanca Salamanca
 
1889: León Salamanca
Se realiza el deslinde y amojonamiento del término municipal de Escalonilla y la remodelación total de las escuelas en la calle de las Escuelas, hoy denominada del maestro D. Julio Fuentes Sánchez.
1890: León Salamanca Salamanca
1891: León Salamanca Salamanca
Hasta febrero 1891, que entra como alcalde Benito Gómez  Alía

1892: Benito Gómez Alía
 
1893: Benito Gómez Alía
Publica un “Bando” dictando normas sobre horarios de cierre de locales en Semana Santa, comportamiento, etc.. Ejerce hasta agosto de 1893, que  entra como alcalde Benito Moreno
1894: Benito Moreno
En mayo de 1894 entra como alcalde Segundo López Alía
1895: Segundo López Alía
En octubre de 1895 entra como alcalde Julián González Duro
1896: Julián González Duro
 
1897: Julián González Duro
En julio de 1897 entra como alcalde Félix Alía López
1898: Félix Alía López
Por el tratado de paz de 10 diciembre de1898, España renuncia a Cuba. Guerra Cuba: 1895-98
1899: Félix Alía López
España pierde los restos de su imperio colonial.
1900: Félix Alía López
En diciembre de 1900 entra Ángel Nombela G.
1901: Ángel Nombela Gallardo
Siguen las malas condiciones obreras. El problema obrero sigue siendo el verdadero problema social de España.
1902: Ángel Nombela Gallardo
Reinado de Alfonso XIII: 1902-1931
1903: Escolástico del Moral
1904: Escalástico del Moral
1905: Escolástico del Moral
 
En marzo de 1905 entra como alcalde Félix Alía López
1906: Félix Alía López
1907: Félix Alía López
1908: Félix Alía López
1909: Felíx Alía López /Manuel Robles Nombela
1910: Manuel Robles Nombela
1911: Manuel Robles Nombela
1912: Manuel Robles Nomblela
1913: Manuel Robles Nombela.      
 
1914 – 1922: Enrique López Gómez.
Huelga General de 1917 y enfrentamientos en toda España. Se desencadenó una auténtica revolución social durante el mes de agosto.
Desastre militar en Annual en julio de 1921. Se generalizarán las protestas populares.
En abril de 1922 entra Pedro González Alía
1923: Pedro González Alía.
En octubre de 1823 entra como alcalde Pedro Moreno Ortiz. Se produce una epidemia. Dictadura de Primo Rivera: 23 de septiembre de1923
1824: Pedro Moreno Ortiz
En febrero de 1824 entra Santiago Duro Gallardo
conocido popularmente como “El tíoPichón”
1825–1829: Santiago Duro Gallardo
En febrero de 1930 entra Pedro Nombela López

               D. Pedro Nombela López, que cerró como alcalde la etapa monárquica, inició como tal la republicana al ser elegido por los concejales por 11 votos a favor y uno en blanco, y proclamado alcalde el 4 de Junio de 1931, al recibir una orden telegráfica del Sr. Gobernador Civil en la que se disponía que los ayuntamientos que hubiesen celebrado elecciones quedasen constituidos el mencionado día. En las elecciones obtuvo mayor número de votos ciudadanos D. Jesús Fernández Molina. D. Pedro presentó dos veces la dimisión, pero tuvo que seguir hasta ser reemplazado por Jesús Fernández Molina, en octubre de ese mismo año. Proclamación de la II República: 14/04/1931 

1931: Jesús Fernández Molina.
Alcalde desde octubre 1931. Fin de la monarquía
Se aprueba la Constitución Republicana de 1931
1932: Jesús Fernández Molina
En febrero de 1932, entra como alcalde Pablo Molina López.
1933: Pablo Molina López
Desde febrero de 1933 será suspendido en sus funciones por faltas graves administrativas y sociales. Se encargará de la presidencia del ayuntamiento, durante la suspensión, entre febrero y marzo de 1933,  Felipe López Gallardo
1933: Felipe López Gallardo.
Detentará las funciones de alcalde durante los meses de febrero y marzo de 1933
1933: Pablo Molina López 
Recuperará sus funciones como alcalde hasta  abril de 1934
1934: Marcelo del Moral Guío
1935: Marcelo del Moral Guío
Alcalde desde mayo de 1934
1936: Félix Fernández Molina
Gana las elecciones el Frente Popular. Es nombrado Alcalde Presidente de una Comisión Gestora el 21 de febrero de 1936. Importante giro hacia la izquierda en la política municipal. La población queda sometida a  tensiones sociales.

Se cambiará el domicilio de la Casa del Pueblo, situada en la calle del Cerro Orán, a la Iglesia del pueblo, que será utilizada como granero, cárcel y salón de actos, entre otras cosas. (Será grabado el nombre de “Casa del Pueblo” en la cornisa de la puerta de entrada principal a la Iglesia).  Se produce un importante deterioro de la Iglesia y de algunas imágenes, tales como San Germán y el Cristo de la Cruz a Cuestas. Se intentó derribar el retablo y se pinto de cal el cuadro de la Asunción de Santa María Magdalena a los Cielos. El dinero de las suertes pasó a engrosar las arcas del sindicato Socorro Rojo, que funcionaría como una especie de caja de resistencia, en un intento de ayudar a las familias más necesitadas del sindicato. Guerra Civil Española: 1936-39

1936: Valentín Querencia
Desde el 28 de septiembre nombrado presidente de una Comisión Gestora, afecta al Movimiento.
Finaliza la etapa republicana en Escalonilla. Da comienzo el período franquista. Será nombrado alcalde Agabio Moreno en noviembre de 1936. Seguirá Valentín Querencia como Gestor del Ayuntamiento. Fin II República en Escalonilla.
1937: Agabio Moreno
En Julio de 1937 entra nuevamente como alcalde Valentín Querencia
1937 – 1940: Valentín Querencia
Destituido por el Gobernador y nombrado alcalde
Nicolás González Navarro en febrero de 1940
1940: Nicolás González Navarro
Alcalde desde febrero hasta mayo de 1940, fecha
en la que es nombrado, Juan Robles Alía
1940 – 1949: Juan Robles Alía
Alcalde desde el 25 de mayo de 1940
 
1949–1958: Gregorio González Nombela
Canalización del “Barranco” a lo largo de la calle Molino.
1958: Gregorio González Nombela
El día 1º de noviembre de 1958, será nombrado como alcalde Enrique López Gómez
1958–1971: Enrique López Gómez
Desde el 24 de abril de 1970 ejercerá como alcalde en funciones Juan Antonio Nombela En abril 1971 será nombrado Teodomiro Nombela
1971–1973: Teodomiro Nombela Moreno
A finales de 1973 será nombrado alcalde Julio Fuentes Fernández
1974–1979:Julio Fuentes Fernández
Instalación de agua corriente en el pueblo y alcantarillado de aguas  residuales. Se aprueba la constitución de 1978. Fin del régimen franquista
1979 – 2007: Ángel Pedro Aguado Jiménez. (Partido Popular)
(6/09/1990: El Smo. Cristo de la Cruz a Cuestas es nombrado Alcalde Perpetuo) “....En su virtud propongo que por aclamación popular se le designe como ALCALDE PERPETUO de Escalonilla,....para regir, de acuerdo con Su Voluntad, los destinos de esta Villa…”
Primer alcalde constitucional, desde las elecciones democráticas municipales, tras aprobación de la constitución 1978. Entre sus  realizaciones destacan: Pavimentación de calles e iluminación del pueblo, remodelación del Paseo de la Soledad y construcción del grupo escolar en el arranque de dicho Paseo. Desempeñó los cargos de Diputado Provincial y Vicepresidente de la Diputación de Toledo
En mayo de 2007 entra como alcaldesa Sonia Mª Gómez Fernández, también del Partido Popular.
2007 – 2013: Sonia Mª Gómez Fernández. (Partido Popular)
Por primera  vez habrá en Escalonilla una alcaldesa. Ya había sido concejala con Ángel Pedro Aguado en sus últimos mandatos.
                                     
                           Alcalde y serenos del Ayuntamiento de Escalonilla  en 1896

                                                                     Alejandro Pinel /Septiembre. 2013

sábado, 20 de julio de 2013

ESCALONILLA: SANTA MARIA MAGDALENA PATRONA DE ESCALONILLA


                SANTA MARÍA MAGDALENA, PATRONA DE ESCALONILLA

Su festividad se celebra en Escalonilla el día 22 de julio de cada año. Este año de 2013 he querido dejar constancia, para aquellos que estén interesados en algunos de los detalles que años atrás ya dejé reflejados en los programas que edita el Ayuntamiento para la festividad del Santísimo Cristo de la Cruz a Cuestas, editarlos en este blog.

             

                                       Santa María Magdalena en procesión - 1975


           1.- Sobre el día de su festividad: (Ampliar detalles en el programa de fiestas de 2004)
Durante los siglos XIII, XIV y XV, el día de su festividad fue tenido por uno de los más importantes del año y en los libros litúrgicos solía constar como un día doble (Correspondía a una fiesta en la que se recitaban antífonas y cantos llanos antes y después de los salmos y cánticos). La amenaza de terribles castigos pesaba sobre todo aquel que dejara de celebrar la fiesta correctamente;  en Viviers (norte de Francia), por citar un ejemplo, un relámpago calcinó las piernas de un campesino y mató a sus bueyes porque, aún y habiéndolo amonestado el cura, había trabajado su campo el 22 de julio. Sin embargo, María Magdalena le curó las heridas y unos días más tarde, en la fiesta de la Asunción, el 15 de agosto, la Virgen María, le puso en pie.
 Desde mediados del siglo XVI se encuentra documentada como patrona de Escalonilla, donde contaba con una cofradía desde 1556. Dicha cofradía tenía la obligación de hacer la fiesta de la Santa, con vísperas, misa, sermón y procesión solemne. También estaba obligada a atender otras necesidades espirituales por las ánimas de los cofrades difuntos. Son muchos años de arraigo popular que nos ha permitido consolidar su devoción y celebrar con entusiasmo su fiesta. Desaparecida dicha hermandad hace muchísimos años, la fiesta, hoy, se celebra bastante desdibujada. ¿Qué imagen sacaban en procesión en esa época? ¿Cuándo y por qué desapareció la cofradía?. Hoy son preguntas de difícil contestación.

2.- Sobre su patronazgo :
            Algunos oficios e instituciones adoptaron a María Magdalena como santa patrona por razones muy variadas, y a lo largo y ancho de la geografía española, muchas iglesias se encuentran bajo la advocación de la santa, y varios pueblos españoles, como Escalonilla, la tomaron como su santa patrona cuando se estaba celebrando el concilio de Trento: 1545 – 1563. Nuestro pueblo ya contaba con un patrón: S. Germán. ¿Por qué duplicaron los escalonilleros el patronazgo?

3.-  Su importancia artístico-religiosa:
María Magdalena vino a ser la santa favorita del medioevo y su vida se convirtió en un verdadero best-seller. Hasta el siglo XII su representación plástica se había limitado a ciertas escenas de la vida de Cristo, tales como la Crucifixión y la Resurrección. A partir del s. XIII comenzó a aparecer sola, como heroína de su propia historia, representada en vidrieras, frescos, altares, entrepaños, miniaturas y obras de orfebrería, siempre con colores vivos.
En España, el arte religioso también fue utilizado como un arma propagandística eficaz para promover los conceptos de la Contrarreforma, por lo que las consignas para representar a María Magdalena censuraron sus adornos y vestimentas suntuosas, y las imágenes de los artistas que mostraron a la bella arrepentida elegante, fueron desapareciendo poco a poco. La imagen de la penitente en su cueva reflejaba un modelo ideal: resultaba menos erótica y más ascética y piadosa.
El primer éxtasis o ascensión de la Magdalena cubierta por su cabellera, hizo su primera aparición en el retablo del Maestro de la Magdalena a finales del siglo XIII. La interpretación de la escena a finales del XVI, acentuaba un nuevo aspecto: al serles negados a la santa el agua y la comida, el alimento celestial había de ser su único sustento. El alimento divino era la Eucaristía, y la imagen de María Magdalena trasportada a los cielos constituía la afirmación visual de la presencia real de Cristo en la Eucaristía y la confirmación del dogma cuestionado por el protestantismo.

Con esa representación del “Tránsito de Santa María Magdalena a los Cielos”,  situada en la parte más alta del retablo del Altar Mayor, el mensaje de la Iglesia llegaba claro y preciso a los escalonilleros. Posiblemente, Susan Haskins, de haber conocido ese enorme y extraordinario lienzo alegórico a ese místico momento y el patronazgo de la santa sobre Escalonilla, lo habría citado y comentado en su libro. ”María Magdalena: Mito o metáfora. Nosotros observándole y pensando en el significado de Trento, tal vez, podamos entender algunas de las sensaciones y vibraciones de nuestros antepasados y comprender los sentimientos que en ellos despertaría.
En cuanto a la escultura, hay que referirse, por su notoriedad, a la esculpida por el granadino Pedro de Mena, en 1664, incorporada, tiempo atrás, a una exposición realizada en el Museo del Prado sobre la pintura de Tiziano y que tuve el placer de contemplar. Se trata de una estatua realista de madera policromada vestida con una burda túnica, la mano derecha sobre el pecho mirando angustiada la cruz que sostiene en la otra. 
 
El tránsito de Santa María Magdalena a los Cielos:
            Es una importante pintura al óleo, enmarcada en la parte central del retablo barroco de la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena de Escalonilla, donde se representa el tránsito de la santa a los cielos, conducida  y ascendida por dos arcángeles celestiales, de autor desconocido. Durante bastante tiempo se confundió con una representación de la ascensión a los cielos de la Virgen María, hoy totalmente superada.
Debajo de esta impresionante pintura, la escultura de la santa, obras con las que, los escalonilleros dejan claro, según mi parecer, cual es su patrona principal, aunque hay que reconocer que la devoción al Santísimo Cristo de la Cruz a Cuestas, fundamentalmente desde la primera mitad del siglo XIX, ha eclipsado la que se profesa a cualquier otra imagen. A continuación, con el escrito publicado, en el año 1996, en el programa de fiestas del Cristo, queda explicada la simbología de la mencionada obra.

Interior de la Iglesia Parroquial. Al fondo el retablo cuadro del Tránsito e imagen de Santa María Magdalena.  

         “EL TRANSITO DE SANTA MARIA MAGDALENA A LOS CIELOS "  
                                                - Alejandro Pinel Alonso
 
Escalonillero/a, cuando visites, cuando te encuentres en nuestra Iglesia Parroquial  eleva la vista y observa con atención el cuerpo superior del retablo del Altar Mayor; fíjate en su parte central, la más recargada, como en su ascenso penetra en el artesonado del techo, y comprueba como en su centro ha dejado espacio para acoger a una obra pictórica, bien elaborada técnicamente y de un gran significado para los lugareños. Seguro que en alguna ocasión habrás sentido la curiosidad de conocer lo que el pintor  nos ha querido transmitir sobre nuestra santa patrona y te habrás hecho algunas preguntas al respecto. Yo, tengo que confesaros que he sentido muchas veces esa misma curiosidad, y que  desde un buen día del año 1.992, tras haber sido limpiada la pintura y llegarme sus colores cálidos con mayor nitidez, se ha incrementado, y mi mirada se dirige, casi sin pretenderlo, escrutadora y curiosa, domingo tras domingo, a ese magnífico lienzo para tratar de retener hasta sus más pequeños detalles que me ayuden a comprender el mensaje del autor; perdiendo, ante esta nueva dimensión, importancia otros menores relacionados con su autoría y que, sin duda, algún día conoceremos.               
 Es una pintura típicamente barroca que sigue, en líneas generales, los modelos de las Inmaculadas, el tema religioso más socorrido en el siglo XVII, con atmósferas cálidas y doradas y el aire místico que precisan los cuadros religiosos, pues era necesario aproximar la religión al pueblo. Se generalizó el óleo y el lienzo, ya que este último permitía la pintura de cuadros de proporciones mucho más grandes que la tabla y, gracias a él, los cuadros de los retablos mayores eran todo lo  gigantescos que exigía el sentido de la grandiosidad de los artistas barrocos. Antolínez (1.635-1.675), pintor representativo de la escuela barroca madrileña del siglo XVII, que nos dejó entre sus cuadros un Tránsito de la Magdalena, (Museo del Prado), creó un inconfundible tipo de Inmaculada caracterizado por la amplia dobladura que forma el cuerpo de la Virgen inclinado sensiblemente hacia la izquierda, que nos hace recordar nuestra obra. En el barroco, que se había iniciado en el siglo XVII y se extendió hasta la mitad del XVIII, se pinta todo cuanto se ve, lo feo y lo bonito, lo agradable y lo molesto; tanto una hermosa Venus como un cadáver putrefacto. El pintor abandona el taller para buscar temas en la misma naturaleza; también se estudia al individuo y se intentan captar sus estados emocionales. El realismo determina el auge  de temas cruentos, pero época de grandes persecuciones, el siglo XVII lo fue también de recompensas, de canonizaciones y beatificaciones. Y, junto a lo real, triunfa lo maravilloso; es sobre todo el misticismo, el cálido contacto con Dios lo que se representa. Ello obliga a introducir elementos sobrenaturales y efectos teatrales en la escena: resplandores salpicados de nubes y humos de incienso donde bellas figuras de ángeles entonan suaves salmos. Los temas religiosos se multiplican hasta el infinito ya que era preciso contar las vidas gloriosas de los santos de la Iglesia, por lo que son frecuentes las series de lienzos a ellos dedicados para decorar iglesias y claustros de conventos. En la iconografía de la época, María Magdalena aparece representada como cortesana o, mucho más frecuente, como penitente, penitente en el desierto, sobre todo a partir de la Contrarreforma. Como cortesana suele ir acompañada del frasco de perfumes que derramó en los pies de Cristo; como penitente, ostenta una larga cabellera con la que se cubre a veces. Las grandes conquistas del barroco son la luz, el movimiento y el colorido; predominando las composiciones asimétricas, donde las diagonales ocupan un lugar preeminente. Nos encontramos en la época culminante de la pintura española donde los artistas, entregados al arte del pincel, se esforzaron por plasmar una visión trascendente, sobrenatural, aunque se refiera incluso a personajes puramente humanos. El realismo desempeña un papel director en la representación, pero hay que esforzarse por averiguar lo que se esconde detrás de él. Los gestos y los atributos desnaturalizan el aparente significado real de la obra; pues hay que recordar, por ejemplo, como San  Ignacio de Loyola recomendaba al pecador que colocara la mano sobre el pecho si estaba con deseo de arrepentirse; otro tanto cabría decir de la mirada que, cuando se dirige hacia lo alto, es indicio de oración. 

 El tema central de la obra, la ascensión de la santa a los cielos transportada por dos ángeles rubios de extraordinaria belleza, se encuentra encerrada en un triángulo, prácticamente de lados iguales, que tiene sus vértices en los pies de la santa, en su mano izquierda y en las manos del ángel que se alza sobre el brazo derecho de la Magdalena. El contraste del rojo de los ropajes de los ángeles con el azulado y marrón de los de la santa, hace que destaque en el conjunto de la pintura el cuerpo suspendido de la Magdalena, que con su mirada orientada hacia el cielo en señal de oración y con el semblante de complacencia y abandono, nos transmite esa sensación mística y contemplativa que ejerce la influencia divina sobre ella. Los largos y abundantes cabellos que caen desenfadadamente sobre sus hombros, pretenden hacernos recordar el pasaje de su arrepentimiento, cuando lavó los pies de Jesús con sus lágrimas y los secó con ellos. La composición rompe su uniformidad a través de dos diagonales que ha introducido el autor y que sirven también para imprimir la fuerza ascensional que nos quiere transmitir. Me refiero al cuerpo del ángel de la izquierda -mirado el cuadro de frente-, que sigue la inclinación de uno de los lados del triángulo al que antes hacia referencia; en contraposición, esa otra diagonal más suave formada por los brazos de la Magdalena, mientras su cuerpo, dispuesto en forma vertical con amplia dobladura, prácticamente ingrávido, parece seguir el camino trazado por ese resplandor de rayos divinos procedentes del cielo, que se abre paso entre nubarrones oscuros. Todo está  colocado y preparado para potenciar el movimiento ascensional ya iniciado de la santa que, incluso, se encuentra ya con los pies ligeramente despegados del suelo.
 
 Con la disposición del paisaje áspero y prácticamente desnudo de vegetación, característico de zonas esteparias o  desérticas, el pintor ha dotado a su obra de perspectiva, de profundidad y le ha servido para acercar el tema tratado al espectador y para situar en el espacio adecuado el hecho que pone de relieve. En el vértice inferior izquierdo, en un plano secundario, ha colocado dos pequeños angelitos desnudos, de carnes rosadas, para representar la temporalidad de la vida terrestre, la muerte -ángel que sujeta en sus manos una calavera-; y el triunfo de la Iglesia, de la vida eterna -ángel que eleva con su mano derecha un copón (?)- (también podría tratarse del frasco de los perfumes, símbolo que acompaña a las pinturas de la Magdalena, fundamentalmente cuando se la representa como cortesana, aunque no es el caso que nos ocupa) y  porta en la izquierda un libro, posiblemente los evangelios (el valor y la fuerza de la palabra, de la predicación, faceta en la que se distinguió la santa tras su arrepentimiento, según nos cuenta fray Santiago de la Vorágine con las siguientes palabras: “No debe extrañarnos que de unos labios que tan delicada y piadosamente habían cubierto de besos los pies de Cristo, brotase la palabra de Dios con especialísima unción”). En definitiva, el triunfo del amor de la Magdalena hacia Jesucristo tras vencer al pecado y los placeres terrenales.
Pero es inútil enfrentarse con la pintura barroca sin conocer la literatura contemporánea, ya que la pintura pone en marcha unas formas y unas ideas que en gran parte figuran en los libros; así pues, ha de explorarse la bibliografía de la época para tratar de penetrar en los secretos de la pintura. Sin duda, el pintor conocía bien la narración que de la vida de la santa realizó el dominico genovés, arzobispo de Génova desde 1.292 hasta su muerte en 1.298, fray Santiago de la Vorágine en su “Leyenda Dorada”, obra escrita en latín hacia el año 1.265; hombre de inmensa cultura y uno de los escritores más sobresalientes y prestigiosos de la Edad Media, que con su compilación de las vidas de los santos cosechó, durante más de tres siglos, alabanzas muy superiores a las conseguidas por cualquiera que haya escrito sobre esa materia. Según la Leyenda Dorada, Santa María Magdalena, deseosa de entregarse plenamente a la contemplación de las cosas divinas, tras abandonar el camino de los placeres y del pecado y dedicarse, durante años, a predicar la doctrina de Cristo, se retiró a un desierto austerísimo; se alojó en una celda previamente preparada para ella por los ángeles, donde vivió durante treinta años totalmente apartada del mundo y aislada del resto de la gente. Durante todo ese tiempo, todos los días, en los siete tiempos correspondientes a las Horas Canónicas, los ángeles la transportaban al cielo  para que asistiera a los oficios divinos que allí celebraban los bienaventurados. Con sus propios oídos corporales oía ella los cánticos que los gloriosos ejércitos entonaban, y alimentada hasta la saciedad, siete veces al día, con tan exquisitos manjares, compréndase perfectamente que cuando los ángeles, al concluir cada una de las siete Horas Canónicas del Oficio, la bajaban nuevamente al desierto, no sintiera la menor necesidad de tomar alimentos ni bebidas terrenales.
 Este pasaje fue contemplado por un sacerdote que, buscando un paraje adecuado para hacer vida solitaria, fue a parar al desierto en que la Magdalena se encontraba, y construyó una celda a doce estadios de distancia de la ocupada por la santa. Un día el Señor permitió que dicho sacerdote, con sus propios ojos corporales, físicamente y con toda claridad, viera como los ángeles descendían de lo alto, llegaban a un lugar próximo a donde él se hallaba y subían al cielo llevando con ellos a una mujer. Al cabo de una hora vio de nuevo como aquellos ángeles, cantando himnos de alabanza descendían nuevamente a la tierra acompañando a la misma mujer que anteriormente consigo llevaron. Este sacerdote comprobó así que lo que había visto era real y escuchó de boca de la santa todo lo que la venía ocurriendo desde hacia treinta años, rogándole que fuese a ver a San Maximino (encargado por San Pedro de la atención espiritual de María Magdalena)  y le contase lo visto, ya que muy pronto el Señor la sacaría definitivamente de este mundo. Poco tiempo después, un domingo de Resurrección, la santa, tras recibir en comunión el cuerpo y sangre de Cristo en el oratorio de San Maximino, donde fue trasladada por los ángeles, rodeada del santo, de todo su clero y del sacerdote que había actuado de recadero, ante la base del altar, se tendió en tierra, y, estando en esta actitud, su alma emigró al Señor. Nada más expirar, de su cuerpo empezó a emanar un olor tan exquisito que todo el oratorio quedó impregnado de él, y cuantos entraban en aquel sagrado lugar percibían los efluvios de tan suavísimo aroma, que duró sin desaparecer unos siete días. San Maximino, tras ungir con suavísimos bálsamos el cadáver de la santa, lo sepultó reverentemente y rogó a los cristianos que cuando él falleciera, enterrasen su cuerpo al lado de la Magdalena”.                                                                                                                                                                               Alejandro Pinel Alonso //Septiembre de 1.996.

La escultura: Imagen de Santa María Magdalena
En cuanto a la escultura, hay que referirse, por su notoriedad, a la esculpida por el granadino Pedro de Mena, en 1664, incorporada, unos años atrás, a una exposición realizada en el Museo del Prado sobre la pintura de Tiziano y que tuve el placer de visitar y contemplar. Se trata de una estatua realista de madera policromada vestida con una burda túnica, la mano derecha sobre el pecho mirando angustiada la cruz que sostiene en la otra mano; expresión anhelante de unión del alma con el crucifijo. El pelo naturalista está aplastado sobre la cabeza, tiene el ceño fruncido y unas lágrimas pintadas la corren por las mejillas. Por su espíritu, se asemeja a la figura ascética de Donatello, esculpida doscientos años antes.
 Puede seguir ese mismo modelo, aunque su espíritu es diametralmente opuesto, la talla de la Magdalena escalonillera, colocada en el primer cuerpo del bello templete central que adorna el Altar Mayor de nuestra Iglesia. Juan Nicolau Castro, en su obra: “Escultura toledana del siglo XVIII”, cree poder ligar la imagen con el círculo del escultor cortesano Juan Pascual de Mena, nacido en el pueblo toledano de Villaseca de la Sagra. Aunque se trasladó muy pronto a Madrid, de él se conocen obras en Toledo y en algunas iglesias de la provincia. En nuestra imagen la nota dominante es la belleza y la elegancia, acentuada ésta por ese gesto de la mano derecha que, de forma un tanto descuidada, se apoya con sus largos dedos sobre el pecho. El contraste con el misticismo que transmite la famosa talla de Mena es claro. Ver fotografía al final para comparar.
Pero, ¿desde cuándo empezó la Magdalena a ser patrona de la Parroquia?. Según D. Pablo Bautista, cura párroco de Escalonilla, el día 27 de Junio de 1553, en el acta de bautismo de Diego, hijo de Juan Valencia y su mujer ya figuraba la Magdalena como patrona de Escalonilla.
Sabemos que en Escalonilla se veneraba a la santa desde el siglo XVI, al existir constancia de la fundación, en 1556, de la cofradía de Santa María Magdalena, existiendo, por parte de los cofrades la obligación de hacer la fiesta religiosa, con vísperas, sermón y procesión solemne, lo que indica el arraigo popular que la santa tenía en esa época.
También en las relaciones topográficas de Felipe II, de 1576, unos años después, se contesta expresamente en la pregunta 48: “...En este lugar no hay iglesia catedral más de una iglesia parroquial, que la advocación de ella es de Santa María Madalena, y tiene una capilla mayor, y dos capillas colaterales....”.
Su ubicación en la Iglesia, es el centro del retablo barroco del Altar Mayor, presidiendo el templo de la que es copatrona con San Germán. 

                      
                        Dos instantáneas de la imagen de la Magdalena tras su restauración
 
                             

                                Imagen de la Magdalena antes de ser restaurada
 
 
          Por último, una composición que permite comparar las imágenes de Pedro de Mena (derecha) y la patrona de Escalonilla (izquierda).    
      

                                                                                  Alejandro Pinel Alonso
                                                                                         Julio de 2013